El 22 de noviembre a les 19:30 en Arts Santa Mònica, Román Ramón abre el ciclo ArtsSònica1314: Músicas Visuales (entrada gratuita). Más información aquí.
Como presentación de su concierto, algunas ideas sobre Román Ramón.
Lo que me parece interesante de la música de Román Ramón es que es una música a través.
No es solo que Román Ramón hacen un uso honesto de la técnica –honesto significa en este caso que no usan su modo de relacionarse con la técnica para instaurar un criterio de adecuación, de corrección o, aún peor, de conocimiento; que hacen un uso de la técnica que deja la música sola, desamparada.
No es solo que hacen un uso honesto de la técnica, sino que no cometen la estupidez inherente a la actitud honesta: quedarse encantado. La estupidez inherente a la honestidad técnica del músico es que su música habla de la técnica.
Pero el modo como Román Ramón se relacionan con la técnica habla de la música. Dice: la música pasa, se da a través.
Esto tiene una lectura directa: el procedimiento que da lugar a la música de Román Ramón es un procedimiento por transformaciones sucesivas. Román Ramón no es una banda de rock, no porque no toquen rock –no es esta obviedad lo que estoy diciendo, además sí que tocan rock: escuchad Follar en Facerías, por ejemplo–, sino porque no hacen un frente delante del público, para lanzarles conjuntamente, coordinando las fuerzas, una cosa: a la una, a las dos, a las…
Román Ramón, aunque a veces se pongan de cara al público, son, en términos musicales, un triángulo: cada vértice estira hacia un lado.
Pero también tiene lecturas más interesantes, dos por lo menos.
La primera, que la música de Román Ramón pase a través dice que escuchar es confiar, ponerse en riesgo. Pero no confiar en sentido moral, ponerse en riesgo en sentido moral, sino jugarse el cuerpo realmente. Pasar a través significa penetrar, engullir. Significa hacer movimientos de réptil, apretar, aflojar. Significa estar sucio, tener dentro cosas que vienen de fuera.
La segunda, que la música de Román Ramón se dé a través significa concretamente que suena a través, suena englutida, entubada. No és un problema de fidelidad del medio por el que pasa: todo medio es un tubo. La música dice muchas cosas, pero solo habla de música. La música de Román Ramón habla de música, y dice de ella, mientras pasa: estoy pasando a través.
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